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mitos sobre el botox

Desmontando mitos sobre el Botox

Todos sabemos más o menos o intuimos que es el Botox.  La toxina botulínica o el bótox es una neurotoxina elaborada por una bacteria. Se trata de uno de los venenos más poderosos que existen pero en estética todos sabemos que se utiliza para eliminar arrugas y líneas de expresión.

El botox en una herramienta muy útil en el mundo estético pero cuando oímos hablar de botox lo primero que se nos viene a la cabeza es el mal uso de este, es decir, efectos muy perjudiciales que ha provocado el botox. Hoy queremos ayudar a desmentir los mitos que hay sobre el botox y así ayudar a aumentar la confianza de todos los usuarios ante este maravilloso producto.

El botox obviamente hay que saber usarlo y siempre hay que ponerse en manos de profesionales porque sino vendrán los verdaderos problemas pero usado de forma correcta puede aportar diferentes beneficios a los pacientes.

Diferentes doctores especializados en la materia comentan que la percepción sobre el botox es negativa debido a que lo que más se muestra de este son las caras “planchadas” y sin ningún tipo de expresión pero que realmente su correcta utilización es cuestión de técnica ya que si el botox se aplica en los puntos exactos con las medidas adecuadas la expresión será completamente natural y lo único que aremos será suavizar los gestos lo que derivará en un “rejuvenecimiento” aparente de nuestro rostro.

Además, habría que comentar que el botox no tiene efectos secundarios. Sólo hay que tener cuidados por si el usuario tiene problemas inmunológicos o debilidad muscular, usuarios para los cuales el uso del botox no está recomendado.

Por lo que poco a poco empecemos a desmontar el mal mito del botox:

  1. Su efecto es completamente pasajero, es decir, tras unos meses el botox y su efecto acaba por desaparecer. Algunos expertos comentan que el efecto permanente que se puede dar es que tras haber permanecido el músculo en cuestión paralizado durante un tiempo, luego pierda algo de movilidad por lo que la arruga en cuestión que nos preocupaba, no vuelve a su estado anterior por lo que la arruga tendrá una menor intensidad.
  2. El botox no es como el ácido hialurónico ya que el botox disminuye la fuerza de contracción del músculo por lo que los efectos de la arruga disminuyen mientras que el ácido hialurónico lo que hace es hidratar la piel a nivel de la dermis y entonces estimula la síntesis de las fibras de colágeno con lo cual lo que se hace es rellenar el volumen de las arrugas.
  3. El botox es un tratamiento recomendado para todas las mujeres y no sólo para las de edad avanzada ya que si las mujeres jóvenes empiezan con el botox desde una edad más temprana luego la ventaja será que las arrugas tardarán más en llegar a los niveles más marcados ya que si esperamos a utilizar el botox cuando la arruga ya está muy marcada, el botox no alcanza su mayor eficacia.
  4. El botox puede aplicarse a lo largo del tiempo, durante años, sin ningún tipo de contraindicaciones, de hecho, el tiempo mínimo que se recomienda entre sesiones es de tan sólo de cuatro meses para evitar que la piel se “acostumbre”.

 

Con todo lo citado queda patente la seguridad del botox pero tenemos que recordar lo más importante de este producto y es que no lo puede aplicar cualquier persona, si quieres apostar por este tratamiento acude siempre a profesionales. Ellos sabrán cómo aplicarlo y como cuidarte para que nunca debas sufrir un efecto negativo.

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